Esta es una propuesta a resistirse a la cultura del desecho, a la cultura de producción en masa, al consumo pasivo, a la cultura masiva, a reclamar nuestro tiempo para usar las manos en otra cosa que no sea la pantalla de un móvil, a bordar, tejer, remendar, coser, a conectarnos con la intuición más que con los discursos. Es un llamado a reivindicar los oficios con hilos, a celebrarlos y mantenerlos vivos en la intimidad de los momentos de soledad, en nuestros parches y en la academia, este costurero es un espacio para la reconexión y también es un espacio de diálogo, de aprendizaje y de resistencia activa.
Las tradiciones textiles, en particular las sutiles actividades domésticas, como la costura, el bordado y el zurcido, han sido durante milenios parte intrínseca de la vida de las mujeres en todos los continentes. Se trata de una actividad que tradicionalmente ha llevado tanto a la creación de círculos de mujeres donde se teje la palabra, como a espacios en los que las mujeres han encontrado un refugio para la introspección personal.
Históricamente la academia ha menospreciado el trabajo con la manos, en particular el trabajo tradicionalmente femenino, tanto así, que en las universidades de Colombia se llamaba a los cursos sin importancia costuras. Las mujeres formadas en la educación académica no solamente aprendieron a menospreciar intelectualmente estas artes, sino que, a partir de lo que en el norte global se llamó feminismo de segunda ola, se consolidó una imagen de las artes y oficios tradicionales de sus abuelas y madres como formas de opresión y en tan solo dos generaciones la mayoría de las mujeres abandonaron los hilos y las agujas.
Es tan solo hasta los últimos diez años que se han retomado estos oficios en algunos ámbitos como colectivos feministas o el llamado craftivism o activismo artesanal que incorpora no solo a movimientos feministas sino a las nuevas masculinidades. También se han retomado en movimientos activistas de jóvenes urbanos y de mujeres víctimas de la guerra -uno de los mas reconocidos a nivel local son Tejedoras de Mampuján-. Resistirse a la cultura del desecho tiene una importancia ecológica, cultural y espiritual.De la misma manera, desde hace algunos años algunas profesoras se han abierto algunos espacios marginales para incorporarlos dentro de las academias locales en particular en departamentos de arte y diseño.
¡Este es uno de esos espacios!
Costura con técnicas básicas de patronaje y costura a mano y máquina para elaborar una prenda que servirá de lienzo o dechado para las técnicas de bordado que se iran aprendiendo a lo largo del semestre. Se reflexionará sobre la historia y las implicaciones personales y sociales que conlleva el vestir el cuerpo.
Primer ejercicio es confeccionar un costurero
na prenda experimental Confección e intevencion en bordado y batik
Batik y tintura
Técnicas de bordado con bordadoras invitadas
ARTE TEXTIL experimental
Activismo textil
Tejido Ancestral Tejer en telar de cintura y crochet una mochila, se reflexiona sobre el sentido espiritual del tejido entre alguno pueblos indígenas de Colombia y las relaciones entre la mochila y el cuerpo
Cartografía corporal Reconectarse con el cuerpo para diseñar una prenda para el cuerpo